Como todos estamos conectados, nada externo a nosotros cambiará hasta que nosotros no cambiemos. Tendemos a querer “cambiar el mundo” para mejorar nuestras vidas. En vez de eso, debemos cambiar nosotros mismos para crear un mundo mejor. Es una paradoja. Cuanto más quieres cambiar el mundo, más tienes que cambiar tú mismo.
Yehuda Berg Kabbalah Centre Publishing