El Zen parece haber sido especialmente diseñado para que el ciclista comprenda lo que ocurre en su cuerpo, su mente y en ese ámbito de sí mismo donde ninguna palabra equipara la experiencia. Algo tan sencillo como pedalear se vuelve un auténtico reencuentro con una naturaleza más íntima. Detrás del auge del ciclismo urbano subyace un tipo de vivencia cercana a la meditación. El autor explora los estados físicos y mentales que se producen desde el momento en que subimos a la bicicleta y reúne en este libro tres de sus prácticas habituales: el ciclismo, el escribir y el Zen.
Juan Carlos Kreimer Kairós