Energías universales que nos rodean canalizadas por dos manos y dirigidas por la voluntad, agujas que clavadas en puntos estratégicos de nuestra piel redistribuyen el ki, un vaso de agua que sin esencia ni sustancia tiene propiedades milagrosas, inhalaciones y exhalaciones imposibles que nos retrotraen al momento de nuestro nacimiento, y nuestros ancestros rodeándonos mientras nos miran son solo algunos de los elementos de atrezo que emplean las supuestas terapias alternativas que, independientemente de la gravedad de la enfermedad que nos afecta, prometen una mejora de la salud.
Vicente E. Caballo Isabel C. Salazar Siglo XXI