Roma, 1672. Luis XIV obsequia a su amante, Marie Mancini, unos pendientes rematados por unas hermosas y enormes perlas. La joven belleza está lista para ser inmortalizada en un óleo, sin imaginar que las exuberantes perlas pertenecieron alguna vez a Cristóbal Colón y, mucho menos, que a partir de entonces su destino estará marcado también por el infortunio que arrastró al navegante hasta su trágica muerte.
Desde la Florencia de los Medici, pasando por la guerra de los Treinta Años, la Inglaterra revolucionaria de Cromwell y la Francia del Rey Sol, hasta el derrocamiento de Alfonso XIII de España, más de quinientos años de historia se entrelazan cuando las joyas pasan de una corte a otra, adornando el rostro de reinas, princesas y cortesanas de toda Europa que, sin saberlo, se suman a una maldición que se perpetúa. ¿Será Alix, una joven que trabaja en una casa de subastas en Ginebra, capaz de detener la maldición cuando las perlas lleguen a ella en pleno siglo XX?
Mónica Hernández Martínez Roca