Biblioteca de Psicología profunda.
La caricatura del analista eternamente silencioso que deja que el análisis se despliegue según la voluntad de la palabra es una imagen errónea. El autor se propone demostrar que los analistas trabajan de manera activa, y que no sólo dejan que la palabra actúe. Y expresa, además, que la consigna sería no simplemente la de un retorno a Freud sino la de un retorno a la necesidad de que el psicoanalista conduzca la cura.
J.-D. Nasio Paidós