REDRUM. Esa palabra que Dany había visto en el espejo, y aunque no sabía leer, entendió que era un mensaje de horror. Dany tenía cinco años, y a esa edad pocos niños saben que los espejos invierten las imágenes y menos aún saben diferenciar entre realidad y fantasía. Pero Dany tenía pruebas de que sus fantasías relacionadas con el resplandor del espejo acabarían cumpliéndose: REDRUM MURDER, asesinato.
Pero su padre necesitaba aquel trabajo en el hotel. Dany sabía que su madre pensaba en el divorcio y que su padre se obsesionaba con algo muy malo, tan malo como la muerte y el suicidio. Sí, su padre necesitaba aceptar la propuesta de cuidar de aquel hotel de lujo de más de cien habitaciones, aislado por la nieve durante seis meses. Hasta el deshielo iban a estar solos.
Stephen King Debolsillo