Una sencilla pregunta detona un breve recorrido por el mundo en que se mueven cinco clases de animales: “¿todos los papás trabajan?”. Flora, la protagonista de este libro, descubrirá que los papás no son los únicos que trabajan, ¡los animales también! Las lombrices, por ejemplo, trabajan de noche cavando túneles en la tierra para refugiarse y guardar las hojas podridas que encuentran; los castores, en cambio, cortan árboles y ramas con sus dientes duros y filosos con ellos construyen madrigueras y estanques para proteger a sus crías. Todos los animales trabajan para sobrevivir, y en este libro se presentan algunas de estas actividades para motivar a los niños a explorar su entorno.
Ana María Sánchez Fondo De Cultura Económica