El masaje Zen es un método simple y sin peligro, que toma ciertos elementos del shiatsu y del do-in, y resulta sumamente útil para la vida cotidiana: en nuestra sociedad estresante es necesario deshacer los nudos del cuerpo-espíritu. Si la práctica de la meditación Zen permite una limpieza, tanto psíquica como física, a través de la concentración, de la respiración y de la postura correcta, lo mismo ocurre con el conocimiento de los gestos del masaje Zen que aquí presentamos. Ellos contribuyen a equilibrar nuestra salud mental y corporal. Con sencillez y simplicidad, el masaje Zen crea un bienestar radical que desemboca en una fusión con la propia energía y la del cosmos. Su práctica semanal durante los períodos fríos o lluviosos, refuerza la resistencia del cuerpo, incrementa las defensas y constituye una inmejorable terapia preventiva. Está también probado que el masaje Zen es un excelente medio para el duscubrimiento de uno mismo, para una mejor percepción del otro, y para desarrollar potencialidades escondidas que tenemos bloqueadas. El masaje Zen es creador del ki, la energía vital.
Marc de Smedt Kairós