Como todas las personas que superan las adicciones, Patricio Gutiérrez tuvo que enfrentarse a la experiencia de tocar fondo. El suyo fue encontrarse en la calle y sin esperanzas un 14 de septiembre de 2002.
A 20 años de esa situación, recuerda que ese momento fue vital para su cambio, debido a que decidió anexarse. Pese a las complicaciones que vivía, el motivo para entrar en un centro de rehabilitación no querer recuperarse de la adicción, sino que quería esconderse y alejarse de todos, pues sentía vergüenza de sí mismo y no tenía intenciones de seguir viviendo.
“Hice todo lo posible para terminar mal”, dijo.
Una vez que pasó el tiempo dentro de este lugar, contó, tuvo un despertar espiritual que lo hizo entender que no se encontraba bien. Pasó tres meses en este sitio para empezar a entender que podía cambiar.
Destacó que las familias son parte vital del proceso, pues muchos de los internos se sienten prisioneros durante su proceso y en otros casos son los parientes los que evitan la recuperación por sacarlos antes de tiempo.
Destacó que El Arte de mentir es una obra que ofrece esperanza a la gente y brinda las experiencias de las que responsabilizó a los demás durante años hasta que aprendió de su propio caso.
– El Heraldo
Patricio Gutiérrez Healthycorde